Un día como hoy, pero
de 1918 las armas cesaron sus infernales descargas y un silencio perverso
invadió los cruentos campos de batalla cubiertos con la sangre de los soldados
que murieron en defensa de su patria por una causa que muchos desconocían.Se escucharon gritos pero esta vez no eran de
dolor, eran de alegría. El Kaiser se ha rendido, la guerra ha terminado y la
paz ha vuelto al mundo. 96 años han pasado y la herida sigue abierta.
"En tiempos de
guerra, son los padres los que entierran a sus hijos. Descansen en paz aquellos
soldados que combatieron en fiera contienda, sin importar nacionalidad, credo o
color de piel.”
Desde Cuadernos de
Historia repasamos las claves que pusieron fin a un triste episodio en la
Historia de la Humanidad y que dejo unas cifras aterradoras.
Se registraron 10 millones de muertos y 20 millones de heridos entre los
combatientes. Los datos de las víctimas civiles directas o indirectas son muy
difíciles de establecer.
En 1918 ambos bandos atravesaban
serias dificultades tanto
militares como económicas. Sin embargo, la fatiga era más visible en el bando de las potencias centrales
que en el aliado, pues la incorporación de los Estados Unidos al conflicto había supuesto una
auténtica inyección de recursos materiales y humanos.
No obstante, en 1918 los alemanes consiguieron eliminar
definitivamente del escenario bélico a los rusos que habían iniciado negociaciones para
poner fin al conflicto. Una serie de derrotas continuadas habían animado al
gobierno revolucionario soviético a firmar en marzo el Tratado de Brest-Litovsk.
Con las manos libres en el frente
oriental, el general alemán Ludendorff inició una ofensiva en el lado
occidental. Fue la conocida como 2º
Batalla del Somme para
diferenciarla de los combates que se habían desarrollado en la misma zona en
1916. La iniciativa fracasó, pues los aliados frenaron la ofensiva en el Marne, en el mismo
lugar donde Joffre había hecho abortar en 1914 el Plan Shlieffen.
La contraofensiva aliada al mando del general Foch fue iniciada
en julio de 1918 y forzó el repliegue de las tropas germanas. En agosto un
nuevo ataque aliado que empleó abundantes carros de combate desplazó a los
alemanes hasta la frontera belga. La crisis
militar se tradujo en
deserciones masivas.
El 8 de noviembre de 1918 estalló en Berlín un
movimiento revolucionario y el Kaiser Guillermo
II abdicó. Se formó un
nuevo gobierno que encabezó el socialdemócrata Ebert. Alemania firmó
el armisticio el 11 del mismo mes.
La monarquía de los Hohenzollern dejó paso al establecimiento de una República democrática, la de Weimar, regida por un frágil sistema
parlamentario, que fue presa de una gran inestabilidad hasta 1933, fecha en que Hitler abolió la democracia.
Esa fragilidad fue causada principalmente por la crisis económica de posguerra y sus secuelas sociales y
políticas.
El Imperio Austro-Húngaro se rindió a mediados del mes de
noviembre, en tanto que búlgaros y turcos lo
habían hecho ya en septiembre y octubre respectivamente.
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